Entrevista con Myrna Shiboleth: Una vida entera dedicada al Perro de Canaán
¿Puede presentarse en pocas palabras?
Desde que yo recuerdo, siempre he tenido interés y amor por los perros, pero sólo
pude empezar a dedicarme a ellos cuando terminé la Universidad. Me trasladé a vivir
a Nueva York y empecé a trabajar como entrenadora y handler para una agencia de
animales, que ofrecía todo tipo de animales, desde gatos y perros hasta llamas y
caballos para el mundo del teatro, del cine y de la publicidad, y para una variedad
de propósitos. Al mismo tiempo, conseguí mis primeros dos perros, un perro Collie
y un Canaán, y desde entonces, hace más de 45 años, he estado íntimamente ligada
a estas dos razas.
En 1969 emigré a Israel y mis perros me acompañaron. Me impliqué de inmediato en
el mundo canino en Israel y me uní a un pequeño grupo de personas que estaban interesadas
en crear un club con el propósito fundamental de criar y preservar el perro de Canaán.
Nos mudamos a varios edificios que los británicos habían abandonado en 1947; estaban
en ruinas, sin instalaciones (no tuvimos electricidad ni teléfono durante 17 años),
pero contábamos con una gran ventaja: estábamos rodeados de bosques y a 4 kilómetros
del pueblo más cercano, así que podíamos criar a los perros sin molestar a nadie
en unas condiciones excelentes para ellos.
Rápidamente comencé a implicarme en las diferentes actividades para cachorros en
Israel, participando en exposiciones, formación y programas educacionales. Tuve
el privilegio de asistir al último curso de cinología presentado por la Profa Rudolphina
Menzel. En 1972 me convertí en juez de mis primeras razas, perros Collies y de Canaán,
y desde entonces he sumado muchas razas a mi experiencia de jueza. Para mí el verdadero
desafío radica en aprender cada vez más sobre perros, y conocer profundamente cada
raza que estudio, para ser capaz de entenderIas lo mejor posible, y aprender todavía
más sobre lo que un perro es realmente.
He trabajado durante muchos años como entrenadora de perros con diferentes propósitos,
he hecho una gran variedad de cosas con mis propios perros, incluyendo pastoreo,
Agility, y trabajo de olfato, como consultora en problemas de conducta, como asesora
de programas para perros militares y perros pastores guardianes, como investigadora
técnica en proyectos de comportamiento animal en la Universidad de Tel Aviv, entre
otros. Me fascinan las habilidades de los perros como animales de trabajo y como
compañeros del hombre. Actualmente, soy instructora en una escuela para entrenadores
de perros e imparto conferencias en mi país y en el extranjero sobre una gran variedad
de temas cinológicos, además de escribir para distintas publicaciones. He publicado
varios libros, incluyendo una nueva edición de The Israel Canaan Dog (El
perro de Canaán israelí) publicado hace un año (www.icdb.org.il)
y una autobiografía, Tails of Shaar Hagai (Colas de Shaar Hagai) (disponible
en
www.amazon.com
).
© Pardo Y.
¿Cuándo comenzó sus investigaciones sobre el perro de Canaán, la raza nacional de
Israel?
Conocí el perro de Canaán cuando pasé un año en Israel en 1967. No sabía nada de
este perro y me cautivó la primera vez que lo vi. Me encantó su cercanía con la
naturaleza, su adaptabilidad, su funcionalidad y las características de un perro
original, y también su temperamento singular, un perro dispuesto a ser un compañero
fiel pero nunca un esclavo. Desde ese momento, me impliqué con esta raza y nunca
he estado sin un Canaán, y desde mi regreso a Israel, he estado aprendiendo todo
lo que me ha sido posible sobre él, viviendo con ellos, criándolos, participando
en exposiciones y entrenándolos. Y a pesar de que han pasado muchos años, creo que
todavía hay muchas cosas que pueden enseñarme de cara al futuro.
¿Se reconocía al perro de Canaán en aquel momento?
La FCI reconoció al perro de Canaán en 1966, gracias a los esfuerzos de la Profa
Rudolphina Menzel y del Club Canino de Israel. No obstante, en aquel momento en
Israel, la mayoría de la gente lo veía como un perro callejero o abandonado y no
era respetado por su raza. Tuvimos que hacer un trabajo enorme para que fuera considerado
como una raza nacional y como un perro muy especial merecedor de la misma consideración
y respeto que las razas más modernas.
¿Se ha dedicado siempre a la cría de este perro o también a la de otras razas?
Hay dos razas a las que siempre me he dedicado desde mis comienzos como criadora
y expositora: los perros de Canaán y los Collies. Son muy diferentes el uno del
otro, y en muchos sentidos se complementan. Ambas razas me encantan por diversas
razones y no podría imaginarme vivir sin ninguna de las dos.
He criado tanto a Collies de pelo corto como de pelo largo, y he conseguido muchos
campeones y otros títulos, pero estoy más orgullosa del hecho de haber criado a
más de 30 Collies que desempeñan trabajos de servicio y terapia con personas con
diversas discapacidades, como Alzheimer, epilepsia y autismo. He trabajado intensamente
para desarrollar una línea de perros que sean hermosos y también que tengan el temperamento
adecuado que les permita trabajar en un campo tan exigente y estresante.
En el pasado también tuve Border Collies y Shiba Inus, pero decidí que para lograr
mis objetivos era mejor centrarme en los perros de Canaán y en los Collies.
Ahora tengo tres podencos portugueses pequeños que importé este año, ya que quería
tener una raza pequeña que fuera conveniente para funcionar como perros de terapia.
Estoy muy contenta con mi elección, son unos pequeños perros adorables y trabajan
maravillosamente bien.
¿Cuáles fueron los primeros perros de Canaán con los que empezó su programa de cría?
¿Eran perros beduinos o de pedigrí?
Los primeros perros de Canaán de mi programa de cría eran perros que provenían de
dos fuentes: un pequeño número eran perros procedentes de la cría de la Profa Menzel,
algunos de pedigrí y otros los había traído ella de los beduinos, y la gran mayoría
eran perros que había conseguido de los beduinos o que habían nacido en cautividad
y que nos fueron ofrecidos. Durante los primeros años, le llevaba perros a la Profa
Menzel para que los evaluara, y así pudiéramos decidir entre las dos si valía la
pena introducirlos en el programa de cría. Aunque ahora tengo muchas generaciones
de mi cría, todavía sigo interesada en introducir nuevos beduinos y perros nacidos
en cautividad siempre que sea posible encontrarlos.
Su relación con las tribus beduinas es famosa. ¿Podría contarnos al respecto?
Desde un principio supimos que si queríamos desarrollar una nueva raza, teníamos
que cultivar una buena relación con los beduinos. Muchos perros excelentes de Canaán
eran perros de trabajo en las tribus de los beduinos o vivían en condiciones salvajes
cerca de los beduinos. Es prácticamente imposible “capturar” a un Canaán adulto
que viva en libertad: son rápidos, ágiles, inteligentes y desconfiados, y no se
acercan a los extraños. Incluso los cachorros, cuando ya tienen alrededor de dos
meses de edad, son casi imposibles de coger. Así que tuvimos que depender de la
ayuda de los beduinos. No fue fácil, los beduinos pensaron que era muy extraño que
tuviéramos tanto interés por los perros; para ellos un perro es parte de sus vidas
y una herramienta útil, pero no algo por lo que fueran a salir de sus rutinas para
ir en su busca. Otro problema fue el hecho de que yo soy una mujer, y los hombres
beduinos no estaban acostumbrados a tratar estos asuntos con una mujer. Pero debido
a mi familiaridad con los animales, como suele suceder cuando se vive en el campo,
ya que tenía caballos, ovejas, cabras y otros animales, fui capaz de demostrarles
que comprendía la labor de un perro y pudimos desarrollar una relación excelente.
Aunque siempre voy acompañada de un hombre cuando les visito, lo que sin duda es
una señal de respeto hacia sus costumbres, he llegado a mantener conversaciones
maravillosas con ellos y a entender bastante bien sus sentimientos hacia los perros,
y ellos están dispuestos a cooperar en la búsqueda de nuevos perros. Sé que tengo
fama entre ellos de “esa mujer loca de los perros…”
¿Cómo son de puras las razas del desierto?
Sólo traemos razas del desierto cuando estamos bien seguros de que son puras. Está
resultando muy difícil hoy en día encontrar ejemplares nuevos, pero aún los hay
en las zonas más remotas. Únicamente aceptamos perros que provengan de zonas alejadas
de los poblados, y donde no veamos evidencias en el área de otro tipo de perros.
La supervivencia en el desierto y con los beduinos es muy difícil, y creemos que
es muy probable que los perros que son capaces de vivir y sobrevivir allí, y que
tienen una apariencia muy distintiva, sean puros. Obviamente, no sólo los juzgamos
por la apariencia, sino que realizamos pruebas de cría con ejemplares del desierto
para asegurarnos de que no habrá sorpresas.
Una cuestión interesante que quiero señalar es que aquí en Israel los beduinos también
tienen Salukis. Sin embargo, es muy raro que los Salukis y los perros de Canaán
se encuentren en el mismo campamento o zona; los perros se utilizan para fines completamente
distintos, y los beduinos que tienen Salukis los tienen por razones muy diferentes
que los que tienen perros de Canaán. Los perros para ellos no son mascotas ni se
tienen por razones sentimentales, son herramientas y se utilizan para el trabajo,
por tanto las razas no se mezclan.
Incluso National Geographic conoce su trabajo y su relación con los beduinos,
¿podría decirnos algo al respecto?
National Geographic estaba planeando un programa sobre los orígenes del perro,
y quería fotografiar algunas de las pocas razas primitivas que todavía sobreviven
en varias partes del mundo. Siempre se ha considerado a Oriente Medio como uno de
los posibles lugares de los orígenes del perro, así que era natural que estuvieran
interesados en filmar a los perros de Canaán para el programa, especialmente porque
aún existen en entornos salvajes y se sienten atraídos por la vida primitiva de
los beduinos. Se pusieron en contacto conmigo, y estuve encantada de poder organizar
que los fotógrafos me acompañasen a los campamentos de los beduinos y a las zonas
donde sabíamos que era probable encontrar perros de Canaán viviendo en libertad.
Tuvimos un buen golpe de suerte en el momento de la grabación y todo se hizo en
tres días. Una de mis hembras estaba en celo y pudimos llevarla a un campamento
beduino y cruzarla. Esto fue un buen elemento extra para el programa, ya que demostraba
hasta dónde llegamos para conseguir nuevos linajes. El programa, “Search for the
First Dog” (“En busca del primer perro”), tuvo mucho éxito y todavía se emite en
el canal National Geographic.
¿Cuál ha sido su mayor frustración con respecto a la raza?
Mi mayor frustración es lo que está pasando en el extranjero, donde los criadores
han decidido que saben mejor que nosotros cómo debería ser un perro de Canaán y
han empezado a criar y a promover tipos que nos parecen equivocados. Somos muy selectivos
con nuestra cría y hemos decidido a lo largo del tiempo retener el tipo que la Profa
Menzel consideró originalmente como el ideal y de acuerdo a lo que nosotros mismos
hemos observado en el desierto y con los beduinos. Pero ha habido criadores en el
extranjero que parecen creer que todo vale para la cría y cuando se produjeron perros
que no cumplían con la norma, entonces ésta se modificó para ajustarla a los perros.
En algunos casos, los registros genealógicos estuvieron cerrados durante un tiempo
y se realizó un buen número de endogamias, lo que no sólo resultó en perros de una
tipología pobre, sino también en diversos problemas de salud y genética, que aquí
se desconocían. Creo que es de extrema importancia preservar el verdadero tipo primitivo,
tanto para el bien de la raza como para la importancia que tiene que el mundo del
perro entienda lo que es un verdadero perro primitivo y cuáles son sus características
físicas y mentales. Este es el fundamento para todos nuestros perros y tiene un
valor incalculable, ya que quedan muy pocos perros primitivos en el mundo.
La situación ha empezado a mejorar en los últimos años, con más exportaciones de
Israel a varios países, y un interés por mejorar el tipo, la salud y el temperamento
de los perros, y estoy muy contenta de ver que las cosas se están desarrollando
en una dirección más positiva.
¿...y su mayor logro?
Lograr reconocimiento internacional y el reconocimiento de la raza. Hoy en día,
el perro de Canaán es reconocido por todas las organizaciones caninas del mundo,
y se cría en muchos países. El interés por la cría está creciendo, aunque no de
una manera exagerada; el perro de Canaán no se está convirtiendo en un perro de
moda, pero a la gente le interesa por ser una raza natural y sana. Siento que ahora
la raza podrá sobrevivir y se criará sin estar en peligro de extinción, como ha
sucedido con otros tipos primitivos. Me siento orgullosa de que los perros de mi
cría aquí en Shaar Hagai se encuentren dentro de un gran porcentaje de los perros
de Canaán en el mundo.
¿Cuenta con el apoyo de otros criadores?
Hay otros criadores en Israel que están muy implicados con la cría, sin embargo,
ninguno de ellos cuenta con las facilidades para acoger el número de perros de las
que yo dispongo, ni para lograr más de una camada ocasional. En Israel es difícil
encontrar un sitio donde uno pueda dedicarse a la cría de un cierto número de perros
y los vecinos no son muy colaboradores. Soy afortunada de estar en un lugar bastante
alejado (para los estándares israelíes) sin vecinos que se quejen.
Hay un buen número de criadores en otros países, que basan su cría en ejemplares
que originalmente provenían de mí, y que regularmente importan nuevos perros de
Israel. Estamos en contacto a menudo y siento que también puedo contar con estos
criadores para promover la raza y producir perros de calidad
© Pardo Y.
¿Y qué pasa con el apoyo del Club Canino de Israel y la relación/interés del gobierno
con respecto a este patrimonio?
La organización canina de Israel siempre ha apoyado al perro de Canaán. Es la raza
oficial de Israel y a todos los jueces israelíes se les exige conocerla. En el pasado,
he contado con el apoyo de la organización canina para llevar a los perros al extranjero
a exhibiciones importantes, y siempre está dispuesta a ayudarnos en las actividades
y promociones de la raza. Hemos celebrado varios encuentros y seminarios internacionales
sobre el perro de Canaán con el apoyo de la organización canina, y estamos organizando
otro de estos eventos para marzo de 2015.
El gobierno es otra historia. El gobierno de Israel no tiene ningún interés por
los perros, y nunca nos ha dado ningún apoyo real. Actualmente, una agencia del
gobierno, la autoridad sobre el suelo en Israel, intenta desalojarnos de la propiedad
en la que llevamos viviendo desde hace 45 años. La situación es muy compleja y ahora
está en los tribunales (el caso está pendiente desde hace dos años), pero el hecho
de que haya habido muchas protestas aquí y en el extranjero (hay una petición on-line
con más de 40.000 firmas, y muchos comentarios de que el perro de Canaán es nuestro
patrimonio nacional
http://www.thepetitionsite.com/1/save-shaar-hagai-canaans/)
no parece interesar al gobierno. Si nos desalojan de aquí, es muy poco probable
que podamos establecer un nuevo criadero; es muy difícil encontrar un lugar donde
criar perros en Israel y no disponemos de fondos para construir un sitio nuevo.
Si esto sucede, podría suponer el fin de las posibilidades de seguir trayendo nuevas
líneas del desierto.
¿Cuál es su principal preocupación sobre el futuro de la raza?
Mi principal preocupación sobre el futuro de la raza es que los futuros criadores
intenten convertir al perro de Canaán en un perro genérico, una mascota para todos,
y no continúen preservando sus características únicas y especiales, tanto físicas
como mentales. El hombre ha creado muchas razas de perros que se ajustan a una gran
variedad de propósitos, y hoy en día el propósito más extendido, y que es cada vez
más común a todas las razas, es conseguir una mascota fácil de manejar, tranquila,
amable y dócil. El perro de Canaán es una de las pocas razas caninas todavía existentes
que puede enseñarnos lo que era un perro realmente cuando se decidió por primera
vez que fuera una compañía para el hombre, y creo que sería una tragedia perder
esto. Para mí es importante que el perro de Canaán, en lo posible, sigua siendo
tan fiel a sus orígenes, para que podamos aprender de él y compartir una verdadera
relación de compañerismo con un perro muy especial.
Entrevista realizada por Karl Donvil